¿Cuál será esa marca celestial? He pensado que todos en la actualidad buscamos y deseamos lo mejor, lo espectacular, lo de calidad. No está mal nada de eso. Es bueno desear lo mejor y consumir cada producto de alta garantía. Pero, muchas veces en nuestras vidas terminamos en un punto en donde creemos y pensamos que no valemos.
Por otra parte, pensamos que somos minúsculos. Que cada cosa que realizamos no lo ve nadie, que no tiene ningún valor; y caemos en un círculo depresivo en donde cada vez nos sentimos agotados internamente y sin salida.
¿Prefieres ver el video de “Una marca única una marca Celestial”? Entonces puedes hacerlo por medio de nuestro canal de Youtube o a continuación.
Una Marca Celestial
Bueno, en esta ocasión te daré un pequeño ejemplo de dos productos de crema dental similares. En casi todo se parecen: son iguales en precio, iguales en presentación, iguales en sabor, entre otros. Solo había una pequeña diferencia. Uno tenía por nombre “clear” y el otro producto “Colgate”.
Y si te pregunto por uno de los dos ¿cuál elegirías?. Estoy completamente seguro que en su mayoría elegirían el segundo producto. ¿Por qué? sencillamente porque la segunda opción es de marca.
Ahora, yo te digo en este momento que tú también eres de marca. Si, como lo lees, eres de marca Celestial, no eres común, eres especial, eres príncipe y princesa de un Dios que desea salvarte, que anhela que entiendas que eres lo más hermoso y hermosa de este mundo.
Allí donde estas di en tu interior “soy hija e hijo de Dios” y su amor es tan grande que valí la sangre de Cristo. ¡gracias Dios! ¡gracias por ser ese Colgate! ¡Ese producto de alta calidad!.
Hemos comprendido que somos especiales. Que somos personas que tenemos una marca celestial. Pero ¿por qué hay tantas personas sufriendo de depresión y baja autoestima?.
A veces nos cuesta mucho tiempo llegar a comprender y entender lo valioso que somos a los ojos de Dios. Que solo cuando superamos las pruebas que Él permite que pasemos, observamos que son necesarias para nuestro crecimiento intelectual y espiritual.
Por lo general lo llegamos a entender por las buenas, pero en su mayoría lo entendemos por las malas.
Por esta razón te contaré la siguiente historia.
“Era en la época en donde no existía televisor, aún no estaba la radio; y los únicos medios de información eran solo la imprenta y los discurso de elocuencia en las calles.
Un día común en las calles de Inglaterra un hombre usó una pequeña caja, se subió a ella y comenzó a anunciar la Palabra de Dios a cada persona que pasaba ese día por allí. En un instante llegaron muchas personas al lugar a escuchar el mensaje.
Entonces un hombre con cizaña y mala intención se acercó a unos de los acompañante del expositor; y le preguntó ¿acaso sabe cuántos años tiene Dios? – ¿cuando nació Dios? – ¿como es el color de ojos de Dios?, y el caballero a cada pregunta le respondía un – no sé mi amigo. Pero si puedo decirte algo, Dios transformó mi vida.
Solo bastaron esas palabra para que el hombre mal intencionado enmudeciera y se fuera”.
Esa es la clave, no está en saber tanta teología o conocimiento. Es bueno saber y aprender de la lectura, pero lo que impacta a los demás y ayuda a surgir como persona, es tu comunión individual y personal para entender lo valioso que cada uno es. La vida práctica es tu mejor teología.
Marca única
Ahora surgen las siguientes preguntas:
¿Como puedo vivir feliz en momentos en donde hay muchos problemas?
¿En realidad se puede llegar a la plenitud de la felicidad?
Por lo cual, aprovecharé contar mi experiencia en donde la dificultad y la depresión comenzaron a hundirme a tal punto que sentía que no iba a poder surgir.
Yo pensaba cuando estaba joven que el mundo era algo así como los cuentos de hadas, “Y fueron felices para siempre”. Sentía que todo era perfecto, que todo iba ideal. Sentía que iba por el camino hacia esa frase de Disney, “felices para siempre”.
Aunque como en toda familia puede haber uno que otro rose, me sentía dichoso por tener una familia como la que tenía. Hasta que llega a tu vida momentos que son cruciales, momentos que yo lo llamo “momentos de impacto“. Fue en el año 2007, año donde iba a graduarme de bachiller.
En ese año me entero que mi madre tiene una enfermedad llamada Cáncer. Nos impactó, pero al ser un chico Cristiano sentía la seguridad que todo iba a salir bien.
Mi madre se realizaba su tratamiento normal, su chequeo, su quimioterapia. Fue un momento crucial observar al ser que más amaba sobre la tierra ver su semblante deteriorado, con un cabello que se caía, y con ansiedad de no poder hacer nada.
Pasaron los días, llegó mi graduación de bachiller y ella al no estar completamente bien mi abuela la sustituye. Aunque mi abuela también era un ser preciado por mi; me dolió no poder ir acompañado por mi madre.
Transcurrieron varios días y ella en vez de mejorar empeoraba, hasta el punto de no poder hablar bien. Se complicó todo y la llevaron a la clínica, estaba preocupado pero sentía aún que Dios la ayudaría y que no me dejaría sin mi madre.
Me encontré con la madre de mi mejor amigo y me pregunto – ¿fuiste a ver a tu madre? – respondí – no, espero que regrese pronto. Pero debes visitarla – me dijo después. Y algo en mi como si fuese el mismo Dios me impulso a visitarla a la clínica, llegue lo más rápido que pude y entre a la habitación que se encontraba.
Fue impactante, no podría ver que la señora sin fuerza y que estaba agonizando en esa cama era mi madre. No lo podía creer. Intente tomar su mano pero era difícil porque me dolía verla en ese estado. Mi mente decía SAMIR ORA SAMIR ENFÓCATE EN ORAR.
Me aparte y allí oré, fue la oración con mucha desesperación decía – Dios por favor me portaré bien pero sana a mi madre – no sé cuantas veces lo repetí y cuánto tiempo duré. Oraba con dolor, oraba con miedo, sentí que hasta esa fecha, un muchacho de 17 años era mi primera vez que oraba con total sinceridad a Dios. Ya la oración no se basaba en alimentar mis caprichos, era pedir por alguien que no era yo.
Luego en la oración escuché suavemente en mi mente ENFÓCATE, CAMBIA LA ORACIÓN. Y al escuchar esas palabras entendí que al no saber cual era la voluntad de Dios y comprender un poco la situación cambie mis palabras en la oración y dije:
“Padre, tú sabes que amo a mi madre y deseo que se sane, pero ahora pido que se haga tu voluntad”. Me levante, la mire, tome su mano y nos miramos fijamente como si estuviésemos hablando a través de la mirada. Fue como su despedida y salí de la habitación, acto seguido falleció.
Momento de impacto
Momentos que marcan tu vida, y dirás, ¿no te duele? ¿No te dolió? Si amigos, duele como no te imaginas. ¿Es duro? Claro que si, pero con el tiempo entendí que podemos sufrir, podemos llorar, hasta podemos sentirnos insignificantes pero Dios nunca nos dejará en soledad.
Dios te acompañará en esos momentos cuando nadie te entiende, o te escucha, o te abraza. Me dirás, ¿y cómo puedo sentir a Dios en esos momentos? Tranquilo, mientras lo busques Él encontrará una forma para que sientas tu presencia, para que veas que eres su persona favorita, que sientas que eres esa marca especial, esa marca que todos desean tener.
Recuerda, este mundo no es como Disney “y fueron felices para siempre”; en cambio, Dios está preparando lugar para lograr que esa frase se haga realidad, para juntar todas esas personas con esa marca especial, esa marca única, ESA MARCA CELESTIAL.
Quiero concluir con un texto bíblico: Santiago 1:2-4
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. Porque la prueba de vuestra fe, produce paciencia. Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis PERFECTOS y cabales sin que os falte cosa alguna.”
No olvides que las pruebas que hoy te agobian son las fortalezas del mañana, y junto a ellas la victoria, pero solo lo obtendrás cuando tengas al Ganador de tu lado que es DIOS.
Que buen mensaje. Inspirador