Fallar es parte de la vida.
Imaginemos que estas palabras nos las dijeran cuando empezamos en un trabajo, o el primer día de clase. Cuanta presión nos quitaríamos de encima ¿verdad?. Desde que tengo memoria equivocarse no es una opción. De hecho es muy difícil admitir que nos equivocamos sobre todo en el trabajo o en situaciones en las estamos a cargo.
Cuando era muy pequeña en la iglesia escuchaba “Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”. (Mateo 5:48)
En mi mente inocente pensaba ¡cuánta responsabilidad! Cómo iba a lograr llevar una vida perfecta, no hay espacio para el error ni para equivocarse. Cumplir todos los mandamientos, ser buena hija, hermana, estudiante, no responder mal, respetar a los mayores ¡WAO! Que cosa tan difícil, luego escucho en la i—glesia “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10).

Permítete ser quien eres sin rendirse
Entonces ¿se puede o no se puede ser perfecto? No. No podemos y menos por nuestras propias fuerzas, pero ¡podemos tratar! Es necesario cometer errores y equivocarse para aprender. A veces somos muy duros con nosotros mismos, somos seres humanos y la vida es un constante aprendizaje. Ojo no estoy diciendo que te equivoques a propósito. Estoy diciendo que si lo haces hay oportunidad de rectificar y aprender.
Así mismo, muchas de las grandes lecciones de vida las aprendemos luego de equivocarnos en grande. Solo así logramos un verdadero cambio en nuestra conducta. Es muy difícil admitir una equivocación y mas de uno siente una satisfacción en decirte ¡te lo dije! Y que mal caen esas palabras cuando alguien te advirtió y aun así lo hiciste, pero te fue mal. Solo puedo decirte que lo hecho, hecho está, no podemos echar el tiempo atrás y cambiar el pasado. Quizás herimos a alguien pero lo que si podemos hacer es rectificar.
Nadie elige de donde viene, pero si determina para donde va.
Además muy frecuentemente, nos fijamos en las decisiones erróneas y tropiezos. Nos etiquetamos de acuerdo con eso. Tenemos fracasos. Cometemos errores. Hacemos cosas pecaminosas. Hemos hecho cosas bastante vergonzosas. Hemos herido a otros. Y, por lo tanto, nos evaluamos a través de cómo nos han lastimado y cómo lastimamos a otros. Pero Dios no mira nuestras heridas.
“Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos” (Efesios 5:15-16)
Los errores no tienen que definirte. No tienen que ser lo que se destaca de ti. En cambio, puedes mirar atrás en tu vida y puedes enfocar tu atención en lo que importa. Para que tu error sea una pequeña rotación en un juego que nadie recuerda.
No importa si hasta ahora tu vida ha estado llena de equivocaciones. Hoy Dios te dice no me importa tu pasado ni quien fuiste, en mis manos te mostraré quien puedes ser… El pasado pisado, hoy tienes la oportunidad de escribir una nueva historia sin temor a equivocarse.

Sin temor a equivocarse
En 1 Samuel 16, había llegado el momento de que Samuel fuera a la casa de Isaí en Belén para ungir al próximo rey de Israel. Mientras Samuel miraba al hijo mayor de Isaí, Eliab, Samuel quedó impresionado con lo que vio. “De cierto delante del Señor está su ungido”, dijo el profeta (versículo 6).
Pero Dios le dijo a Samuel: “No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque el Señor no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón” (1 Samuel 16:7).
David estaba muy lejos de ser perfecto. Cometió adulterio y asesinato (2 Samuel 11). Pero Dios vio en David a un hombre de una fe profunda y duradera. Que estaba totalmente comprometido con el Señor. Dios vio a un hombre que dependería del Señor para tener fortaleza y dirección (1 Samuel 17:45, 47; 23:2).
Dios vio a un hombre que reconocería su pecado y su fracaso y que se arrepentiría y pediría perdón al Señor (2 Samuel 12; Salmo 51). Dios vio en David a un hombre que amaba a su Señor; un hombre que adoraba a su Señor con todo su ser (2 Samuel 6:14); un hombre que había experimentado la limpieza y el perdón de Dios. (Salmo 51) y había llegado a comprender las profundidades de Su amor para con él (Salmo 13:5-6;). Dios vio a un hombre que tenía una relación sincera y personal con su Creador. Cuando Dios miró el corazón de David, vio a un hombre conforme a Su propio corazón (Hechos 13:22).
Confía pero no te confíes
La biblia es nuestra guía fiel escrita para guiarnos por un camino recto. Todo eso está escrito para que no nos equivoquemos; pero si alguno ha de equivocarse, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
No te confundas, no es que andes equivocándote confiadamente en que se te perdonará, ¡NO! Al contrario, la idea es que puedas aferrarte a Dios para ser lo mas perfecto posible. Pero Dios es tan genial y su amor es tan pero tan enorme. Que aún cuando te hayas equivocado él está ahí. Siempre para animarte, consolarte, ayudarte a levantar y seguir a tu lado, pero avanzando.
NO te dejes caer, no le creas a Satanás sintiéndote indigno. No le creas al mundo autocastigándote por tus errores, solo levántate y #VENCE esas situaciones.
“…No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador…” (Isaías 43: 1-3) ¡No estas solo ni jamás lo estarás! Es hora de empezar a construir la mejor versión de ti.
Dios nos ha elegido no por los que somos sino por lo que en Él podemos llegar a ser. No importa tu pasado, no importa cuanta maldad hayas tenido en el pasado, hoy en Cristo serás una nueva persona. “Es hora de que escribas una nueva historia en tu vida”
Excelente Contenido.
Waoooo que maravilloso saber que “Está permitido equivocarse” pero que de la mano de Dios podemos ser más que vencedores, y abogado tenemos a Jesucristo el justo. ?????
Muy buen artículo!