HABLAR DE MÁS Y NUNCA ESCUCHAMOS
¿Ya te detuviste para pensar en el tamaño de tu lengua comparada con tu el tamaño de tu cuerpo? “debemos escuchar mucho más”.
¡Tal vez sí, o tal vez no!. Nuestra lengua tiene un poder y una influencia muy grande sobre vida, para bien o para mal.
¿Ya te pasó que le gritaste a tus hijos, esposa(o) o padres y dijiste cosas de las que hasta hoy te arrepientes?
Estoy plenamente seguro que al igual que me ha pasado a mi, en algún momento de tu vida te ha pasado. Y no existe fórmula ni magia para devolver el tiempo y hacer como si nada paso. Pero existe una forma para que no continúes equivocándote. Ésta consiste en escuchar mucho más y hablar menos.
Escuchar mucho más
Hace dos meses mi cuñada fue internada en el hospital por causa de una enfermedad llamada tuberculosis. La enfermedad estaba en el cuerpo de ella debido a su baja inmunidad. Esto se desarrolló y surgió de una manera tan grande que ocasionó pérdida de la visión en un 80% dejándola sin caminar.

Todo eso podía haber sido evitado si ella hubiese escuchado a sus familiares. Ellos le decían todos los días que ella debía alimentarse bien y aumentar en cantidad las porciones de comida. Tenemos la convicción que su salud sería diferente si hubiese escuchado más esos consejos.
Hoy en día para la honra y gloria de Dios ella se encuentra en casa. Aún no ha conseguido caminar y su visión aún está comprometida. Pero, gracias a Dios aprendió a escuchar y está haciendo todo lo que los médicos y familia le orientan. Poco a poco se encuentra mejorando y si Dios lo permite continuará haciendo su estudios bíblicos los cuales pausó por causa de su enfermedad.
En esta corta historia podemos darnos cuenta de la gran importancia que tenemos de escuchar mucho más de lo hablamos. Coloquemos esto en practica. Cada vez que nuestros hijos, esposa(o) o cualquier persona de nuestra familia quiera darnos un consejo, debemos escuchar y aprender. Y si acaso estamos en desacuerdo debemos quedarnos en silencio y analizar si es bueno o no en nuestra vida. No entremos en conflictos sin necesidad.
Lucas 10:38-42
“38. Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”
En este fragmento de la Biblia Jesús nos muestra claramente qué es importante escuchar la palabra de Dios primero antes que cualquier otra cosa. Sabemos qué es difícil, porque escuchar implica dar nuestra total atención y al final realizar cambios en nuestras actitudes las cuales van a demostrar que realmente estamos escuchando.
Que Dios te bendiga y nuestro pedido de oración hoy sea, que aprendamos a escuchar mucho más de lo que hablamos.