Todos en la vida hemos pasado por situaciones difíciles. Y cuando miro al pasado me doy cuenta de todo lo que Dios ha echo por mí. Él nunca me ha fallado, aunque por las sendas del mal caminé. Él nunca me ha fallado, aunque como Saulo de Tarso muchas veces lo perseguí. Dios nunca me ha fallado aun cuando me hacia llamar Cristiano pero por dentro estaba totalmente vacío.
Hoy me dirijo a ti porque sé que estas sintiéndote igual. Sientes que en medio de tu mundo nada cambia. Todo esta igual. Muchas veces al igual que yo te habrás preguntado ¿Dónde esta Dios?. Una vez alguien me preguntó – “si vieras a Dios ¿qué le dirías? – le diría ¿dónde has estado en todo este tiempo?.
De esta manera, sentía que era una forma de desahogarme. Ya que, cada vez que afrontaba problemas o circunstancias difíciles era como si nada pasaba. Es increíble pero sí. La mayoría de las veces pensamos de esa manera. Nuestra mente finita nos hace pensar de maneras tan erradas y absurdas de creer que estamos solos.
Déjame decirte que cuando miro hacia el pasado me doy cuenta que fue muy tonto al creer que estaba solo. Cuando miro hacia atrás y veo hasta dónde Dios me ha llevado, me doy cuenta que siempre estuvo ahi. Durante esos momentos en que me sentía solo, eran momentos de prueba.
No estamos Jugando solos
¿Saben una cosa? Hoy después de varios años he comprendido que cuando creemos que estamos solos. Porque cuando creemos que Dios nos ha abandonado es porque estamos siendo probados. Es cuando estamos en el juego. Es cuando hemos pasado de ser suplentes y de estar en la banca para jugar. Más bien quien sabe si hasta titular del equipo hemos sido.
De igual forma, en un partido de futbol siempre estaremos dando lo mejor de nosotros. Así como recibiendo el balón, dando el pase, y por que no hasta metiendo goles. Hoy es nuestro tiempo. Cuando sientas que Dios te abandona y que sientes que estas solo, que ni escucha tus oraciones. Bienaventurado seas porque has pasado a jugar, ya no serás mas suplente siempre y cuando des lo mejor de ti.
Hoy Dios te pone a prueba. Pone a prueba tus habilidades, todo lo que has aprendido en la iglesia, en su palabra, en tu comunión diaria. ¿De qué nos sirve decir que somos Cristianos cuando salimos corriendo en el momento que Dios pone la jugada?
Así mismo, lo primero que hacemos que quejarnos contra Él, salir llorando y pensar que Él nos abandono. En vez de sentirnos felices de que seremos probados, de que por fin demostraremos de que estamos hechos. Los jugadores de futbol entrenan a Diario para jugar en la plantilla titular. Ellos no entrenan para quedarse sentados en la banca mientras otros salen al juego.
De igual modo pasa en la vida Cristiana. Nosotros no entrenamos para quedarnos sentados. Nosotros entrenamos para jugar, para ir a la pela y salir victoriosos. Así que salgamos hoy a jugar. Salgamos con la certeza de que no estamos solos. Así como en entrenador del equipo esta siempre pendiente de sus jugadores, así nuestro Dios esta con nosotros.
Es el momento de jugar
Hoy quiero compartir contigo una carta que le hice a Dios en medio de las tribulaciones, en medio de ese desierto que nos toca caminar, en medio de ese partido que nos toca jugar. Recordándome a mí mismo que nunca he estado solo. Dios siempre ha estado allí.
“Tan lleno de dudas, sólo y en confusión. Clamé a ti por una respuesta. ¡Dios! tan sólo muéstrame una luz porque estoy totalmente perdido. Ya no sé que camino tomé.
Rodeado de incertidumbre y sin saber qué hacer, tan sólo quiero una luz, sólo una luz. Para volver a caminar, para pensar sabiamente y una dedicaron tomar. Para conocer y comprender tu llamado. Para saber cual es el camino por el cual quieres que yo ande. Dame una luz para poder vivir por ti. Ahora veo cuán grande son tus obras. Mis ojos que antes eran ciegos ya pueden ver. Mis oídos que no escuchaban tu voz ya pueden oírte. Gracias Señor por tu paz. Me encuentro rodeado de ti. Mi vida solo tiene sentido cuando tú estás. Nunca me dejas, siempre respondes. Eres mi Dios y te necesito.
En tribulación y tempestad, cuando los vientos del mundo en tu mente están. Y no sientes a Dios, solo sientes dolor, levanta tu rostro y mira al final del túnel. Siempre hay una luz y es la luz de Jesús. Esa luz que siempre necesité”

Haz tu carta y arma la Jugada
Para finalizar te dejo esta promesa, y si ya la has leído antes, esta vez hazla tuya. Tendrá mucho valor para tu vida. Esta la encontramos en Santiago 1:12. “Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.”
No pierdas esa corona por nada del mundo. No dejes que esos pensamientos de que ‘’estas solo’’ te arrebaten esta promesa. Mas bien siéntete gozoso y bendecido de estar en las pruebas. ¡Sal hoy tu casa confiado y seguro de la protección de Dios!. ¡Sal y demuéstrale a este mundo de que estas hecho!.